29.11.08



12/02/08
A veces me parecen raras esa películas que luego espero con ansias y que verdaderamente voy a ver al cine apenas tengo oportunidad. No es por falta de interés, ya que si por mí fuera me la pasaría en el cine y vería cuanto filme luciera medianamente decente, ya no digamos mucho, pero al final no siempre me importa demasiado si veo una película o no y termina por ser lo mismo esperar hasta que salga en dvd si no tengo la oportunidad de verla en la pantalla grande.

En general se podría decir que las películas de Johnny Depp y de Tim Burton, juntos o separados, me gusta verlas en el cine para sumergirme completamente en esa atmósfera lúgubre tan particular del director (o en el caso de Johnny Depp en otras producciones, simplemente por verlo enorme). Claro que últimamente los vemos por todos lados y han pasado de ser un duo algo underground a ser de lo más popular y medianamente alternativo que nos presenta Hollywood.
Desde hace ya mucho tiempo que se venía anunciando la película y vaya que es impresionante lo que la mercadotecnia puede hacer si se lo propone: ¿quién no sentía al menos un poco de curiosidad en ver cómo se realizaría este musical (sobre todo eso: Johnny Depp y la señora Burton cantando) sobre un barbero asesino?



"Look at me, mrs. Lovett, look at you. No, we all deserve to die"

La verdad es que ayer comprobé una vez más cuanto me gusta la dinámica del cine. Fui con Alejandra, ex compañera de piso, quien me había dicho desde hacía semanas que la fuéramos a ver juntas. También el fin de semana me había hablado Nery a ver si íbamos, a tal punto llegaba o a) la curiosidad antes mencionada por ver la película o b) el conocimiento de todos respecto a mi amor por Johnny.
En fin, fuimos a un cine pequeño al que no suelo ir mucho. De hecho sólo recuerdo haber visto ahí "Saw II" hace mucho tiempo. Con Ale por otra parte, fuera de las películas que veíamos en el departamento, recuerdo haber ido una vez al cine a ver "Un long dimanche de fiançailles" en una salida de las chicas del departamento, y otra vez que nos invitó a conocer su casa vimos "El código DaVinci" (aquí es cuando confieso que soy capaz de perder mi orgullo por Audrey Tautou). En cierta medida es lindo porque no le gusta mucho la violencia ni la sangre y se podrán imaginar que una película cuyo título involucra las palabras 'barbero' y 'demonio' en una misma oración no es precisamente un cuento de hadas.
Varias cosas que no me esperaba ciertamente, y como es un poco difícil decirlas sin andar revelando un poco la película yo creo que sería prudente que a aquellos a quienes les fastidia que les cuenten las cosas antes de verlas, no continuen leyendo. Han quedado advertidos. Como Nery, precisamente, que como no pudo ir ayer me habló para decirme que no contara con que leyera esta reseña. Y ahora nunca se enterará de que la mencioné. Mi maldad no tiene límites.
Bueno, regresando a los detalles que me sorprendieron (porque claro, uno siente que cuando va a ver otra película de Tim Burton ya tiene un cierto margen de elementos que se esperan). Por ejemplo, lo que fuera musical, definitivamente, por más que uno vea el trailer no termina de ser un ejemplo muy simple de lo que será el resto de la película. Aquí es cuando confieso una vez más que los musicales no me gustan y que incluso llegan a desesperarme un poco. Fue un gran sacrificio tener que hacer esto por Johnny pero la verdad es que fue inevitable que llegado un punto quería un poco más de diálogo y menos entonación. Además que particularmente, aunque me gusta mucho la señora Burton (que para mí será siempre Marla Singer) y no tengo ningún reparo en que la meta en todas sus películas, la verdad es que su voz fue probablemente la más fastidiosa de la película. Evidentemente hay canciones buenas y tampoco queda tan ridículo como podría resultarme para un musical, las cosas como son.
Por otra parte yo no sabía que era clasificación C, me sorprendió que me pidieran mi identificación en la entrada (y tener que salir de nuevo con mi cuento de 'me acaban de robar la cartera...' para no explicar que aunque la robaron hace casi un año no he sentido la necesidad de reponer mis credenciales). Y, por consiguiente, me sorprendió bastante la cantidad de sangre que tenía para ser una película pensada medianamente como un éxito de taquilla. No tengo nada en contra de eso, claro, a mí la sangre me encanta y la verdad que aunque quedó un poco dramático, para mí cuanto mejor.
De pronto se me ha olvidado el otro punto que iba a mencionar. Ah, no, ya: la recreación de Londres.
Cualquiera que haya visto un par de películas de Burton sabe el modo único en que presenta sus escenarios, sobre todo cuando tienen que verse oscuros y tétricos, con una profundidad casi teatral pero no por ello menos convincentes. Pues bien, nada mejor que Londres para reflejarse bajo esa mirada tan particular de nuestro entrañable profesor. Fue un verdadero goce presenciarlo todo en una enorme y oscura sala cinematográfica.

Ciertamente, aunque no vaya a pasar a ser uno de sus grandes clásicos (dependiendo de los gustos de cada quién, claro está), no deja de ser una excelente película que vale la pena tomarse el tiempo de ir a ver por lo menos para entretenerse. Eso sí, personas demasiado sensibles al derramamiento masivo de sangre, mejor que vayan con un amigo confiable que les indique en qué momento cerrar los ojos.

No escribo más porque todos los problemas técnicos me quitaron la inspiración. Bla.
¿Te gustan los musicales? (algo me dice que ya había preguntado algo similar)























































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