17.2.09



07/07/08
Sí, probablemente sea la última persona en el mundo en ver "300". Pero tengo justificaciones geográficas que me impidieron en su momento verla, podría entrar en detalles pero evidentemente sería incomodo para todos nosotros.
(Claro).
En realidad había pretendido hacer un espacio en el fotolog hoy y reseñar fuera de contexto el cortometraje de Coixet en "París te amo". Pero the show must go on.
Bueno, regresando a "300". Todo comenzó porque en realidad veo pocas películas con mis primos. Recuerdo que Edoardo en algún momento quiso darnos una oportunidad a mi hermano y a mí y le pusimos "Infección". Una película japonesa de gente encerrada en un hospital que se vuelven medio zombies y luego se derriten. Nunca nos los perdonó.
Pero las cosas pasan, ayer hablábamos de películas y tras negarse (sabiamente) a ver con nosotras "La presa", comentó algo sobre "300" cuando me eché mi perorata de que era la última persona en la tierra que... Y simplemente concluimos que no podía seguir así.



"There will be no glory in your sacrifice. I will erase even the memory of Sparta from the histories"

No estaba muy segura de qué esperar al principio. Primero es que desde ayer no estaba del mejor humor posible, pero claro, para eso es mejor sólo ver hombres golpeándose brutalmente que cualquier trama más elaborada. Tampoco sabía demasiado qué esperar porque a pesar de los abundantes comentarios increíblemente positivos respecto a la película la verdad es que las épicas no son del todo lo mío.
Incluso al inicio de la película puede que me haya aburrido un poco. La típica fórmula de mostremos cuan valerosos son nuestros guerreros me sonaba un poco repetida y ello, aunque debía admitir que incluso desde los primeros momentos la fotografía me pareció sencillamente cautivante.
Creo que uno de los puntos principales es que hay algo en las épicas que me fastidia mucho particularmente: la voz narrativa. Como que tratan de emular este asunto de la tradición oral y les gusta que escuchemos de fondo a alguien que nos diga cómo se sienten, qué piensan, cuán valerosos son.
Pero bueno, dejando ello de lado y pasando un par de escenas que aunque no la hubiese visto resultan para todos conocidas, la película comienza a agarrar mucho mejor ritmo. La escena con el oráculo, que brinda el fotograma a esta reseña dejando de lado todos los hombres increíblemente musculosos que todos esperarían ver, es sencillamente hermosa. A partir de ahí e intercalándose con las escenas de guerra, que también son excelentes a su modo, rescato principalmente una serie de escenas sencillamente deliciosas: los distintos tipos de guerreros que presentan los persas, el árbol hecho de restos humanos, cuando parte de las tropas marinas perecen por una tormeta. Pero sobre todo, mi favorita sin dudas: cuando Ephialtes (quien me pareció, a su manera, adorable, aunque debe ser dado mi amor por las deformaciones) entra en la carpa de Xerxes, toda una fantasía retorcida por sí misma. De hecho, personalmente, Xerxes me pareció lo mejor de la película: tenía un estilo único, se presenta verdaderamente como el dios autoproclamado y tiene una voz imponente. Me sorprendió aún más cuando al ver el cast descubrí que era Rodrigo Santoro: un hombre increíblemente sensual que me cautivó completamente al interpretar a un transexual (también muy sensual) en "Carandiru". Qué pequeño es el mundo cinematográfico.
Pues bueno, para no decirles más de lo que ya todos han presenciado, aunque ciertamente el género épico no termina por ser lo mío, con mucha razón se ha alabado a esta película y nos demuestra, por otra parte, que una adaptación de comic no tiene porqué ser mala necesariamente. Quizá no me volveré un fan acérrimo pero ciertamente que la disfruté bastante y no tendría reparo en volver a verla. Batallas impresionantes las que se libraban antes.
Como dice mi primo Andrés: más artesanales que las actuales.




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