12.2.09



27/04/08
Ayer platicaba con Iván mientras buscaba cualquier excusa para distraerme en lugar de continuar con mis ensayos finales. Le dije que tenía ganas de ver una película y que, concretamente, tenía ganas de ver "La caída del halcón negro". No se lo esperaba, dijo, porque sabe que el cine bélico no es precisamente mi temática principal. Y no lo es, claro está. Conseguí la película hace mucho tiempo, más o menos cuando apenas había salido, porque en ese entonces mi hermana veía todas las películas en las que Orlando Bloom saliera aún en el papel más nimio. Vimos "Wilde" aún cuando la fugaz aparición de Bloom no alcanza a llegar ni al minuto en la pantalla. Y evidentemente en este caso tampoco fue muy distinto.

Hablamos largo rato sobre el cine de guerra, que, por otra parte, sí es una de sus temáticas fuertes. Junto con la medicina, el futbol y "Star wars". Sobre la guerra de Vietnam, la guerra del Congo, la guerra de los Balcanes, los distintos disturbios en África, etc.
En mi clase de historia el profesor suele recomendar muchas veces (bajo la premisa: si no les gusta leer, al menos vean las películas) distintas películas sobre los temas que vamos viendo. Recientemente hablamos sobre la situación en Somalia y la intervención estadounidense. Pasamos el tema rápidamente y se hizo mención de la película. Claro que con todo, la película me contextualizó un poco más que los comentarios rápidos de: un helicóptero cayó en medio de una ciudad de cuatro millones de personas, tres millones de ellas armadas, ya se imaginarán.



"Look, these people, they have no jobs, no food, no education, no future. I just figure that we have two things we can do. Help, or we can sit back and watch a country destroy itself on CNN"

Supongo que atravieso algo así como un sutil periodo bélico. Después de tanto tiempo viendo cómo la gente se mataba sin razón en las películas de violencia, ahora observo como se matan 'justificadamente'. Que es un poco más deprimente, sobre todo si tomamos en cuenta los casos que se inspiran en hechos reales.
Más que una prototípica película de guerra en que vemos al grupo de héroes A combatiendo al grupo enemigo B (siempre dependiendo de la perspectiva, claro) atacándose continuamente o salvándose en alguna misión concreta, la mayor parte de este caso es meramente un asunto de estrategia. Continuamente observamos la lógica militar y el modo en que opera, como se desenvuelve una misión en la cuál fuerzas aéreas y terrestres tienen que atravesar territorio hostil, llegar a un punto concreto, asegurar el área, conseguir a los rehenes y volver. En teoría suena sencillo pero evidentemente hay muchos factores que no se pueden controlar: iniciamos con la caída de Orlando Bloom que lo saca del juego (por no decir de la película) a los pocos minutos.
Con un casting bastante interesante, presenciamos como un grupo de soldados dejados atrás por las condiciones adversas tienen que sobrevivir en medio de un territorio verdaderamente hostil: nada de estarse escondiendo en medio de la selva, sino caminando a plena luz del día en una ciudad donde todos te odian y hasta los niños están armados.
Entre los actores tenemos a Josh Hartnett, quien cada vez me agrada un poco más, Ewan McGregor haciendo del más patéticamente adorable soldado obsesionado con el café, Eric Bana, a quien todos recordamos por malas elecciones como "Hulk" o "Munich", haciendo el mejor papel que he visto de él, William Fichtner quien me encanta aunque no sabría decir porqué, entre otros. Haciendo un excelente trabajo al personificar de manera bastante humana las distintas reacciones que un soldado puede tener durante una guerra, más allá de las estereotípicas acciones heróicas que abundan en las películas estrictamente hollywoodenses.

Hay algunas nociones históricas que me conflictuan un poco aún, entre los comentarios de clase en los cuales se hacía notar que por primera vez Estados Unidos y su intervención eran movidos por intereses estrictamente humanos (puesto que no tenían nada que ganarle a Somalia en realidad) como por otro lado la propia visión de la película, donde podemos apreciar, en el diálogo entre un guerrillero somalí al secuestrar al piloto norteamericano, le dice algo como: ¿pensaban que con venir aquí y llevarse a nuestro líder íbamos a bajar las armas y aceptar su sistema político norteamericano? esto es una guerra.
Algo de lo que vemos aún de vez en cuando en la televisión, ¿no?

Hay algo ahí, no sé, que aún necesito ver un poco más.
El problema es que se me mezcla con otros intereses, como el de las enfermedades mentales que abordaba al comentar "Hombre mirando al sudeste" y por el cual Bake bajó un documental sobre las condiciones de las antiguas instituciones psiquiátricas. Sumado todo a mis trabajos finales, me queda poco tiempo para vivir. Oh.


¿Cuál es tu película de guerra favorita?

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