23.2.09



29/10/08
Ahora resulta que ya he encontrado tiempo para ver películas, pero no para reseñarlas. El lunes pasado reiniciamos nuestro supuesto proyecto de un clubcillo para ver películas una vez por semana. O lo más cercano, a ver cuánto nos dura el gusto.
Pero bueno, esta primera semana le tocó a Alejandra escogió la película y después de debatirse mortalmente se inclinó por "The darjeeling limited". Pensé en la posibilidad de reseñar únicamente la película pero creo que este cortometraje inicial vale suficientemente la pena para una entrada por sí mismo.



"I promise, I will never be your friend. No matter what. Ever"

Creo que ya había comentado anteriormente que me encanta Wes Anderson. Tampoco es una gran sorpresa, debemos haber muchos fans de él pululando por ahí.
Creo que especialmente me gusta porque tiene algo, algo que captas desde la primera escena. Algo en los colores, en la composición de las escenas, las tomas, algo en la música, los diálogos, sus actores repetidos. No lo sé. Pero simplemente iniciar con Jason Schwartzman acostado en su cama en la habitación más amarilla jamás vista y ya me ganó por completo. Sobre todo porque, muy influenciada por Alejandra y Lili, ya no puedo ver a Schwartzman sin sentir una especie de ternurita. Debe ser su estatura, o su eterno rostro de estar algo perdido en la situación.
Sumémosle a esto la participación de Natalie, la localización en París, los diálogos perfectamente planeados. Vamos, que aunque no fuera una especie de sutil prólogo a "The darjeeling limited" habría sido un cortometraje excelso. Especialmente porque sus mejores logros van más allá de querer sintetizar una historia en pocos minutos: su mayor virtud es una especie de esencia, la historia que sólo alcanzas a suponer entre líneas.
Ya, la subjetividad me pierde.
La interacción entre Jason y Natalie es encantadora. Comenzando por el hecho de que ella sea más alta que él, por el estilo que le da el verse sutilmente varonil, por sus trajes casi combinados, por la encantadora indiferencia de ella. Es un juego de espejos: ella luce dura, lejana, él desprotegido; pero la situación se revierte, ella termina desnuda en sus brazos no queriendo ser herida, a él no parece afectarle nada. Como si cada uno fuera también el otro.
El hecho de que la historia sea tan fugaz, con un final tan ambiguo como: ¿quieres ver mi vista de París? Es perfecto. Cada cosa está en el lugar adecuado, ellos son perfectos, cada diálogo está lleno de significados.

Un cortometraje brutal. Y esto es sólo el comienzo. Oh.




¿Cuál es tu película favorita con Jason Schwartzman?

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