12.2.09



11/05/08
Como ya había mencionado ayer: fue día de consentir a mi madre. Como no le pareció ninguna película del cine nuestra labor fue elegir una película para rentar y ver todos en la casa. Elegir películas para ella, como he dicho, es considerablemente difícil de manera que estuvimos horas encerrados en el videocentro para asegurarnos dos opciones. Primeramente escogí, ingenuamente, "Las trillizas de Belleville" por ser animación que suele ser un género (oh, en la medida que la animación es un género) que le gusta. Luego queríamos optar por una comedia romántica pero esta no tiene que ser ni demasiado adolescente ni demasiado dramática, así que fue un pequeño problema hasta que nos topamos con "Sin reservas", que yo recordaba vagamente que había querido verla alguna vez y no tuvimos la oportunidad.

Como era de esperarse, esa fue la película que elegió.



"You bring in a sous chef from an Italian restaurant and I'm the one in therapy?"

Mi hermano siempre bromea con que una comedia romántica no puede serlo sin Hugh Grant. En este caso recuerdo que la película comenzó y fuera de las curiosas discusiones entre la obsesiva Catherine Zeta-Jone y su psicólogo y no parecía nada cómica. Incluso me estresé un poco pensando que todo fuese un engaño y en realidad terminase como un drama y arruinara el día a mi madre. Oh. Pero tan tan tan taaaaaaan, llegó Harvey Dent a arreglar el día (o la película, en este caso).
Iván me pregunta cómo no lo sabía antes pero en realidad no lo hacía, no me fijo nunca en detalles de las comedias románticas. Y por otro lado mi fanatismo hacia Harvey Dent, ajam Dos Caras, en la nueva película de Batman que aún ni se estrena ha incrementado considerablemente. Estoy comenzando a rememorar porqué es mi villano favorito. Y en este caso el actor me parece sencillamente perfecto (con el perdón de Tommy Lee Jones que también me parece un excelente actor pero ajam, no le quedaba).
Ahora bien, si a esa combinación le sumamos a Little Miss Sunshine, la verdad es que finalmente no resulta del todo mal. No es demasiado cómica ni demasiado romántica (bueno, el final es clásico cliché, pero me refiero que no destila miel en todas las escenas) lo cuál crea un buen balance. Además que el contexto de la cocina y todo eso siempre me ha parecido interesante y saca un poco a los personajes de los típicos estereotipos de estas tramas.
Así que: prueba superada. Pasamos una agradable velada familiar sin que nadie se frustrara demasiado por la película y, sobre todo, mi madre la disfrutó ampliamente.

Me parece que está basada en una película francesa, ahora que lo pienso. Es que los estadounidenses y sus remakes nos hacen sospechar ya de todo.



I believe in Harvey Dent.

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