23.2.09



21/10/08
Después de un tiempo de no vernos, me encontré ayer con Bake saliendo de clases. No había sido un día especialmente bueno para ninguno de los dos. Él, por una parte, tiene problemas con algunas materias que ya lo traen harto y otros problemas burocráticos con unos exámenes de francés. Yo, estuve todo el día estresada para que al final no destrozaran mi texto en clase. O mejor dicho, que ni siquiera llegáramos a tratarlo.
Así que cuando me dijo que fuéramos al cine no me pareció mala idea, aunque en realidad no sabía que había en cartelera: cuando fuimos por "Ceguera" me confié de que Ian dijo que estaba y ni siquiera vi las demás películas. De modo que cuando Bake dijo que viéramos "Terror bajo el agua" yo ni siquiera objeté. Es la clase de títulos que me llaman, vamos.



"As you can see, human pollution is one of the greatest threats to the environment out here"

Tardé un poco en asociarla con aquel trailer que vimos, creo que cuando fuimos a ver "El encierro", sobre un cocodrilo gigante en Australia. Ian diría "¿quién iría a ver eso?" y evidentemente mi respuesta sería "yo". De mi hermano y su temprana introducción a las películas tomé mi amor por los animales gigantes, o los animales en grupos gigantes. Además de que los reptiles siempre han sido de mis favoritos, yeah.
Otro de mis puntos era que si Radha Mitchell pudo sobrevivir a Silent Hill, seguro que podría con un simple cocodrilo gigante. Ajam, sí, aquí es cuando todos me recuerdan que no sobrevivió a Silent Hill. Ese no es el punto.
La película comienza como tantas películas de este tipo: un grupo inocente de turistas toma un tour por las aguas de alguna zona australiana, siendo tu guía precisamanete Radha. Yo enfatizaba que un punto en que se distingue de otras películas del tipo (no sé, "Anaconda", "La presa", y seguimos) es que usualmente tratan de presentarnos personajes mínimamente temerarios, que saben más o menos a lo que van. Eso le provee a la película un índice un poco más alto de supervivencia y grandes hazañas que nos mantengan a la expectativa.
Aquí no sucede eso: son turistas, llanamente turistas. En muchos de los casos hasta es terriblemente contraproducente, como una mujer que tiene alguna especie de enfermedad terminal (ok, sólo está muy enferma), un hombre completamente promedio que lleva las cenizas de su pareja muerta, un fotógrafo frikie que sólo sabe de cámaras, un reportero para una revista de viajes. Vamos, la clase de personas que, como yo, son las víctimas más fáciles en una película del tipo. Eso probablemente ayuda a crear tensión en un ambiente más verosímil (si dejamos de lado el cocodrilo gigante, claro) (oh, bueno, igual y en Australia sí hay, pero ese no es el punto): uno puede pensar fácilmente que estando en esa situación, uno se encontraría ahí, entre los que son incapaces de la más mínima hazaña porque su físico y su capacidad de afrontar situaciones extremas, no se lo permiten.
Pero bueno, en cuestión de la trama, sucede todo el recorrido, con pequeños obstáculos como los admiradores de la guía, y ya casi están por regresar al punto de partida cuando ven unas bengalas a lo lejos. La guía dice que es su deber regresar y prestar ayuda, aunque la mayoría de los pasajeros no están de acuerdo. Cuando vuelven no encuentran nada, hasta después de un momento un bote hundido. No saben lo que pasó y no se ve a nadie, pero antes de que puedan reaccionar 'algo' golpea fuertemente el bote, rompiendo una de las partes, con lo que sólo logran estrellarse en una islita a mitad de las aguas antes de que el barquito se hunda por completo.
Ahora que lo pienso fue muy mala suerte, y muy mal pensado eso de la islita. Porque en realidad, la distancia entre margen y margen del cuerpo de agua era considerablemente pequeña y, bueno, supongo que sí habrían podido estrellarse contra una orilla y ya correr o lo que sea. Pero bueno, supongo que el sentido común es ajeno a las películas de animales gigantes, de otro modo nadie iría a internarse al Amazonas, Australia, África, etc. Ajam.
Y, claro, a partir de ahí tienen que buscar el modo de salir de la isla (que tiene el interesante plus de que llega a ser cubierta al subir la marea, lo cuál sucede vertiginosamente) e intentar regresar. Como dije: las personas que se encuentran ahí tampoco son las más aptas para la tarea de sobrevivir.

Por este lado la película me pareció muy bien tratada, se busca hacer una situación mucho menos fantástica de las que usualmente encontramos en este tipo de películas. Incluso llega un punto en que te crees que es posible que el cocodrilo haga todo eso, no es como los leones con vistas de rayos x de "La presa" o el babuino asesino que sabe en qué cajón te escondes de aquella película que vi también con Bake. Es un cocodrilo grande, y hasta eso no es desmesuradamente grande, de modo que uno piensa: seguro que en Australia hay de esos, jamás iré.
Bake dice que él se esperaba un bodrio terrible y que, hasta eso, sobresale positivamente entre otras películas del estilo. Te mantiene estresado en la medida de lo posible, principalmente viendo cómo los personajes arruinan sus oportunidades, tienes el animal gigante creando tensión por ahí. Además que los cocodrilos funcionan muy bien, son muy imponentes. Y, claro, los protagonistas quedan bastante bien.
Por otro lado mi queja era que minimizaban mucho al cocodrilo. Es decir, tardas unos 40 minutos en verlo realmente, y sus apariciones como tal son muy pocas. Por no mencionar que en general suele aplicar la de atacar-esconder así que hasta el final no verás una confrontación directa. Incluso puede que esto haya ayudado a que el filme se sostuviera como tal, pero yo insisto en que si voy a ver una película de un cocodrilo gigante quiero verlo. Como en "King kong" cuando tardas casi una hora en ver al mono gigante, ¿qué pensó el director? ¿que iba a ver a Jack Black?
Ajam, pero bueno, regresando al cocodrilo, por ejemplo, uno de los posters nos muestra sus desmesuradas mandíbulas (http://moviesmedia.ign.com/movies/image/article/867/867288/rogue-giant-croc-flick-20080417082058265_640w.jpg) y eso es lo que esperamos ver, pero nada.
De todos modos tampoco es una gran frustración, el cocodrilo gigante está por ahí, solo que no aparecerá tanto como desearíamos.
Bake me fastidiaba con que igual estaba toda nerviosa, y sí, porque no es como que todo fueran persecuciones sin razón, entonces los momentos de aparente calma hacen fallar a mis nervios.

Aunque, claro, no tengo qué decir que si a alguien no le gusta este tipo particular de películas, tampoco tiene mucho caso que la vean.
A mí, debo aclarar, me dejo positivamente satisfecha. Los cocodrilos son la onda. Aunque puede que no tanto como las serpientes, aún no puedo decidirme.

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