3.3.09



03/02/09
Es una pena pero últimamente tengo más ganas de ver películas que de reseñarlas. Es todavía más pena porque tengo más ganas de hacer cualquier cosa que de leer para mi tesis. Pero supongo que así suele ser la vida. Creo.
Kim Ki Duk es uno de los directores con quien tengo más pendientes en la vida (más que con Woody Allen) porque después de que "Time" fuera una de las películas que más gratamente me impactaran nunca, he hecho muy poco por ver más cosas de él. De modo que siempre tengo el pendiente de conseguir algo y continuar viendo. De entre toda su filmografía creo que la que más me habían recomendado y de la que más había leído había sido precisamente de "Hierro 3" (que fue terriblemente traducida como "El espíritu de la pasión", ¿qué se supone que debe indicarnos ese título?). Y hace algunas semanas se cruzó en mi camino y, oh, bueno.



"No es fácil discernir si el mundo en el que vivimos es realidad o un sueño"

Creo que lo primero en lo que pienso respecto a este director coreano, en sus películas, es la capacidad de conformar ideas que pueden parecer tan sencillas pero al mismo tiempo resultar increíblemente fuertes y bellas. "Hierro 3" lo venía anunciando desde un trailer que es de lo más apetecible: una casa que podría parecer infinita, una mujer abrazada a un hombre cuyo rostro queda escondido en los hombros femeninos, y otro hombre que se acerca a sus espaldas, silenciosamente, hasta besarla sin que el primer hombre pueda darse cuenta. Esa sola escena me parece increíblemente cargada de simbolismos y belleza.
Fuera de eso debo confesar que no sabía mucho más de la película antes de verla, porque es de esos casos en que prefiero irme enterando empíricamente de lo que sucede.
Continuando con el punto anterior, el inicio de la película me pareció curioso pero me gustó mucho: un joven que entra en departamentos de personas que han salido de viaje y se queda habitándolos por un rato. Arregla las cosas descompuestas, ordena cualquier cosa tirada, lava al ropa. Es completamente silencioso y habita en las casas como si fuera tan solo un fantasma. Debo decir, para esto, que la idea de hacer algo en una casa mientras su habitante no está me parece una idea bella, ya sea para planeas seudo maléficos, como en "Amelie" o con fines románticos platónicos como en "Chungking express".
Y el hecho de que, además, arregle las cosas, es demasiado tierno, sobre todo porque el personaje no da la impresión de serlo precisamente.
En una de esas casas se encuentra con una mujer, sin darse cuenta al entrar de que ella se encontraba ahí y es descubierto. Una aparente ex modelo quien vive una relación tormentosa con su pareja y quien lo deja entrar sin cuestionarlo y quien, tras una nueva discusión, escapa con él hacia sus hábitos inciertos.
A partir de ahí se podría decir que la mayor parte de la película transcurre entre las andadas de esta peculiar pareja de una casa en otra.
Uno de los puntos más particulares de la película es la falta de diálogos. Una gran apuesta, si me lo preguntan. Nuestro personaje principal nunca habla, me parece que ni siquiera emite ruido alguno durante todo el filme. La protagonista tendrá cierta participación auditiva muy específica pero en general no suelo expresarse a través del diálogo. De tal modo se confirma la imagen fantasmagórica casi mística que ambos tratan de recrear en su tránsito clandestino. Aunque, debo aceptarlo, que para mí resultó en algunos puntos de lo más pesado tener que pasar de una imagen a otra, sin saber para dónde iba la película, y sin que a mis personajes pareciera importarles en lo más mínimo indicarlo. Puede que en ese aspecto sea una película un poco egoísta: no creo que pretenda darnos nada, decirnos nada, más allá de ser y contener toda la fuerza en sí misma y su posible hermetismo.
Evidentemente en los personajes abrá un crecimiento, mucho más importante en cuestión de nuestro fantasma masculino cuanto a sus intenciones claras de llevar esta imagen no-material de sí mismo hasta los límites de la visión cinematográfica: en una especie de entrenamiento máximo de kung-fu (estoy suponiendo, soy pésima para distinguir los distintos tipos de artes marciales) busca encontrarse incluso detrás de la cámara. Ser invisible hasta para el espectador. Este triunfo sobre la diégesis visual de la película me pareció de lo mejor que se presenta en la trama.
Y, bueno, el final nos lo imaginamos todos porque, oh, lo hemos visto desde el trailer. Gracias.

Ahora bien, a pesar de que todos estos puntos me encantaron. Y no sólo estos si no muchos detalles más que son los que suelen cautivarme del cine asiático (cosas que en la película podrían tener una trascendencia muy mínima pero que, por otra parte, la cargan de posibles significados que ya queda en el espectador darle o no). Lo cierto es que me pareció demasiado pesada. Aún cuando apenas si dura hora y media, me pareció demasiado.
Creo que se buscó tanto repetir una serie de metáforas visuales, no siempre muy comprensibles, por encima de una trama más definida, que posiblemente fue lo que me cautivó en "Time". Hay una serie de simbolismo concatenados que llegan a un punto en que ya no puedes distinguirlos y ya cuesta darle un valor a cada uno de manera independiente. Además de que hubieron metáforas que quizá sonaban bien para el director pero que a mí me parecieron completamente prescindibles: el joven trata constantemente de practicar golf amarrando la pelota a un árbol con un alambre y la joven siempre se pone delante de él impidiéndoselo. Él se mueve y la joven se mueve. Y esta escena puede tardar diez minutos y repetirse como cuatro veces a lo largo del filme sin que ya resulte mínimamente cautivante. Al menos para mí. Incluso el hecho de que no tenga diálogos, aunque me parece muy poético, llega a ser cansado. Quizá por eso la parte que era más dinámica mantuvo más mi atención, aunque diversos puntos me encantaran en los otros momentos.
Otra cosa es que todo parece el esbozo de una trama que no busca ir hacia ninguna parte si no solamente concretarse. Es decir, todo lo sabemos desde el trailer y sólo daremos vueltas por esos elementos mientras miramos si se hacen más fuertes o no. El hecho de que termine con la escena prototípica es casi decepcionante porque uno se pregunta: ¿qué más?.

No sé, posiblemente es de esas películas que necesidad un mood y un momento muy específico para apreciarla con toda su intensidad. Y es cierto que me gustó mucho en ideas y símbolos, pero de manera global debo aceptar que me resultó algo aburrida.
En los comentarios de imdb leí que el usuario comentó que sencillamente es de esas películas que te encantan o no lo hacen. Sin puntos medios. Y a mí no me encantó. (quizá sí sería muy drástico decir que no lo hizo en absoluto, pero me entienden).

He contemplado la posibilidad de que me predispuse a esperar algo como "Time" y resultó completamente distinta. Pero no me importa, por ahí tengo otra de Kim Ki Duk que veré y espero ya poder tener una visión más objetiva al enfrentarme a ella.

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