19.3.09



19/03/09
Hay varias películas que recuerdo con mucha ternura de mi infancia. Curiosamente gran número de ellas son de terror, o lo que más se le pudiera parecer el efecto que provocan en mí entonces. O quizá no, quizá sólo eran un poco grotescas.
Una de ellas es, sin duda, "La tiendita de los horrores", aunque en su versión de 1986, con Rick Moranis, Steve Martin y Bill Murray. Aunque la protagonista era sin duda alguna la hermosa planta carnívora. Con una estética tan Mario Bros que no podía resultar menos que tierna.
Haciendo las compras navideñas, a finales del año pasado, me encontré con la versión de 1960 a un precio ridículo. De modo que sin pensarlo demasiado se la regalé a mi hermano, quien compartió conmigo todas las veces que fueron necesarias la vieja película. Aunque hasta apenas unos días atrás nos decidimos a ver qué era lo que presentaba la propuesta original.



"You didn't mean it. You never mean it. You didn't mean the time when you put up the bouquet with the 'get well' card in the funeral parlor, and sent the black lilies to that old lady in the hospital. You're fired and this time"

Lo más gracioso fue cuando nos percatamos que en dvd, en la parte de "género" venía definida como "comedia horrorífica". Sin duda el género no podría quedar más de acuerdo.
La película, claro, es de lo más extraña. No sólo porque la trama implica necesariamente que en una simple florería sin demasiada suerte un torpe asistente creó una mezcla de semillas que dieron lugar a una planta carnívora que, además de todo, habla y exige su ración diaria de alimento. Porque, bueno, cosas más absurdas podemos encontrar en muchas películas actuales y son pretensiones de seriedad. Pero en este caso la película está pensada para ser absurda hasta las últimas consecuencias, los personajes, aunque siguen claros estereotipos, jamás responden como podría esperarse de ellos y parece que todo lo que sucede va encaminado a preservar el sin sentido que reina en todo el ambiente. Desde los extraños compradores que acuden frecuentemente a la florería, la madre hipocondriaca de Seymour, las curiosas estaciones de radio, el modo en que los asesinatos tienen lugar. Y, bueno, la planta carnívora, claro está. Con un diseño bastante sencillo en realidad, parece una pequeña maqueta de huevo. Pero resulta de lo más cómica cuando exige constantemente su comida como si fuera una mascota malhumorada a la que se ha dotado inexplicablemente de habla. Y todos parecen aceptarlo tan de buena gana (con cierta sorpresa inicial pero no demasiadas preguntas posteriores) que no puede ser menos que hilarante.

No es mucho lo que se puede esperar de este tipo de películas más que pasar un buen rato. La trama es algo fragmentaria de modo que por momentos es un poco difícil seguir el ritmo y nos podemos encontrar con escenas muy atractivas seguidas de otras sin tanta gracia. Es difícil mantener el ritmo de comedia absurda durante todo el tiempo, supongo.
Además es de lo más curioso encontrarnos con Jack Nicholson tan joven y haciendo un papel tan extraño y fugaz. Como un hombre masoquista obsesionado con someterse a procedimientos médicos innecesarios. Esa sonrisa de psicópata es inconfundible.

En fin, que puede que para algunos resulte un poco pesada, especialmente por aquello de que la trama no se concreta del todo en cada momento de la película (como creo recordar que se lograba mejor en su siguiente versión, pero también tendría que volver a verla porque mi memoria es imprecisa respecto a ella). Pero sin duda es curiosa, muy grotesca y puede llegar a hacer pasar un buen rato si se está consciente de todo lo que conlleva su propuesta.



¿Por qué hay tan pocas películas de plantas carnívoras? ¿A alguien se le ocurre alguna más?

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