10.6.09



10/06/09
Ya /besstiario me había dejado de tarea ver esta película, dirigida por Sean Penn. Y yo pensaba que era su primer largometraje pero veo muchas cosas en imdb y ya no sé ni qué creerme. De cualquier modo a mí ya me había cautivado un poco con su cortometraje para "Septiembre 11" así que no fue un gran sacrificio. Y puede parecer que soy una terrible persona que no toma en cuenta las recomendaciones pero, oh, sí lo hago.
Años después, pero lo hago. Jo.



"Some people feel like they don't deserve love. They walk away quietly into empty spaces, trying to close the gaps of the past"

Vi la película hace casi ya dos semanas. Y aunque algunas veces me desespera tardarme tanto en reseñarlas porque pierdo un poco de la intensidad del momento, en este caso creo que fue mejor dejarla reposar un rato y pensarle un poco a lo que acababa de ver. A pesar de que la película en apariencia tiene muchas cosas que destacar, debo decir que apenas terminó me dejo con esa extraña sensación que a veces nos acomete en que no sabemos si la película nos gustó o no.
De entrada, es la clase de películas que me dejan queriendo saber más sobre el personaje. En este caso, claro, Chris McCandless, un joven que decidió un día que quería dejar todo lo materia y vivir, o sobrevivir, del modo en que se pudiera. Una idea casi romántica, y que se sostiene, al menos en la versión cinematográfica, con este mismo idealismo casi utópico. Este tipo de películas debería traer entre los extras un mini documental, que indique al espectador qué creerse y que no. Algunos artículos que leí sobre McCandless y su odisea muestran una imagen muy diferente a la que recreará Sean Penn para su película. Comenzando, diría yo, por el caracter inicial de su viaje.
Yo diría que mi problema, esencialmente, es que no soy capaz de simpatizar con el protagónico. Además de que la actuación de Emile Hirsch me pareció apenas correcta, manteniéndose casi al margen de su propio personaje. Curioso porque recuerdo que me había agradado mucho en "Milk" pero ya no sé si fue suerte del personaje nada más.
La trama, la idea de la película, la idea de la travesía original de McCandless me parece increíble. Creo que casi todos coqueteamos en algún punto con esta idea de la vida en su estado más puro, de un cierto tipo de supervivencia desprovista de la influencia de la sociedad actual. Como tal la película desde sus inicios es un gran gancho. Vemos a un joven prometedor, carismático, con una familia problemática aunque no eminentemente destruida, con lo que todos podrían ver como un futuro brillante, que toma una decisión que todos contemplan pero nadie afronta: liberarse por completo (bueno, en la medida de lo humanamente posible) de las ataduras materiales e iniciar una aventura en el estado más salvaje.
Hasta ahí la verdad es que a mí me había convencido por completo: yo hubiera querido ser ese joven valiente que se enfrenta de lleno a lo salvaje, que aprende a sobrevivir con lo que tenga a su alcance. Probablemente yo no me habría ido hacia Alaska porque el frío me parece terrible, pero sobrevivir salvajamente en el Trópico suena como una idea de lo más paradisiaca.
Los detalles de su viaje también me parecen destacables, la visión medianamente real de este proceso. Los momentos buenos pero también la desesperación de no tener qué comer, no tener dónde dormir, correr el peligro de ser arrestado o de no poder entrar a su propio país. A esto le sumamos encuentros con varios personajes interesantes que van conformando una serie de capítulos en la vida del joven, autonombrado Alex Supertramp, y donde uno creería que va creciendo al continuar su camino. Pero me atrevo a decir que este 'crecimiento' es muy discutible y artificioso, y creo que, siendo algo en lo que podría profundizarse, la película opta en muchos puntos por maquillarlo. Como darnos a ver una situación pero con un juicio de valor ya muy establecido que nos predispone a verla de un solo modo. Y creo que es en este punto en que me siento incapaz de comprender, o aún más, de justificar las acciones de McCandless. Y aún más del modo romántico en que Sean Penn lo preserva en la película (o yo que sé, supongo que será el mismo caso con la novela de Jon Krakauer, pero no lo exime por completo de culpa).

El aparente punto central que incita al joven Chris a comenzar su aventura, al menos por lo que podemos ver en la película y los breves antecedentes que nos presenta, es su relación con sus padres. A pesar de su breve aparición, Marcia Gay Harden y William Hurt son perfectos como los padres superficiales, instalados perpetuamente en su burguesía y que viven de la opinión de los demás mientras se destruyen en la intimidad, ellos mismos y a sus hijos.
De algún modo vemos en ellos un punto de presión constante, la raíz que genera el desprecio de Chris, el hijo mayor, por las estructuras actuales de la sociedad. Aunque es un juicio muy disimulado y que nunca es enunciado como tal, creo que uno termina por entender como cuestión central que al no obtener de su familia una fe en las estructuras básicas sociales (evidentemente familiares), él se negará a encontrarlas en nada más, buscando utópicamente un regreso al estado más primigenio del ser humano.
El punto es, me parece, que Chriss está muy lejos de ser un personaje romántico, ideal, o incluso un prototipo de héroe contemporaneo. Tenemos a un joven admirable, de eso no cabe duda, en la medida en que su odisea personal tiene un grado de dificultad increíble. Pero es también un adolescente que carece de empatía hacia la misma sociedad que juzga. No creo que haya un triunfo en esa crítica que continuamente recalca hasta llegar a un grado paranoico, porque todo parece indicarnos que va a vivir desoladamente en Alaska porque es incapaz de vivir con los demás seres humanos. Incapaz de establecer una relación de empatía con cualquier otra persona.
Creo que esto es notorio a partir de ciertas circunstancias que se dejan pasar muchas veces con la mano bajo en virtud de un bien mayor: su propio bien. La hermana, la voz narradora, en algún punto menciona que le duele no recibir carta alguna de él, pero que lo entiende. No es la única que mira hacia él y tiene fe en él y lo admira, sin recibir un mínimo de consideración respecto a ello. Es un joven amable, agradable, y responde en un punto en que uno podría pensar que se compenetra con el espíritu esencial de las cosas. Pero por otro lado es incapaz de ver más allá de sus propios ideales, de su propia situación y de su propia necesidad. Y esto lo lleva a morir solo en medio de la nieve por inanición y aparente intoxicación.

No es que el hecho de que sea así o no sea especialmente relevante, pero personalmente no me agradó la idea de que su figura sea magnificada en el grado en que la película lo hacen, sin que realmente se detenga a examinar por qué.

Pero, esa soy yo.
Es una película entretenida, sin duda, especialmente por algunos episodios y por ciertas nociones de supervivencia que resulta cautivante ver. No creo que sea un gran trabajo de dirección, ni que haya actuaciones demasiado memorables. Incluso me cuesta un poco imaginarme porqué Sean Penn se habría interesado por esta historia.




¿Hacia dónde te dirigirías tú en tus (utópicas) rutas salvajes?




















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