9.1.10



09/01/10
Bake fue el que comenzó a meter relajo con "Gomorra". Yo ya había leído algo sobre ella pero lo cierto es que no me llamó especialmente la atención. Pero de tanta insistencia nos pusimos todos al acecho de una película que llegaría casi medio año después de lo previsto a la ciudad, justo cuando Bake ya se había ido e Ian y yo terminamos viéndola por nuestro lado, aunque no éramos los principales interesados.



"Un día tendré que matarte, o tal vez tú me mates a mí"

Dándome ahora una vuelta por la red, he leído las críticas más apasionadas sobre lo increíblemente buena que es "Gomorra". Y debo aceptar que me cuesta entenderlo. Por una parte he conseguido agarrarle gusto a las películas de mafiosos y es cierto que disfruto mayormente las norteamericanas. Aunque los mafiosos son casi siempre de orígenes italianos. Así que ahora nos remontamos al punto esencial, al propio cine italiano representando a la camorra, una realidad social real en el país europeo, que dice al final de la película que es la más grande mafia del continente. Y no lo dudo.

Para mí lo mejor de "Gomorra" fue la filtración del poder a todos los estratos sociales. A mí me quedó claro que en Italia no hay vestido confeccionado sin que la camorra lo apruebe. Y en cierta medida parece ser su fuerza esencial, esa desconfianza de no saber en qué punto estás cuando las jerarquías no se revelan claramente en su medida. También trata temas que no son nuevos como los jóvenes que se encuentran en medio de estas guerrillas, el manejo ilegal del dinero para beneficio siempre de unos pocos. Y unos edificios abandonados que para mí fueron la gran belleza de la película.

Por otro lado, debo aceptar que como espectador uno no puede ser siempre completamente objetivo. Y en este caso principalmente yo no puedo pasar por alto la tradición latinoamericana en la que me encuentro. Está claro que México ha abusado al máximo de la violencia social, no digamos Brasil, pero lo cierto es que de algún lado sale el argumento. Y en "Gomorra" hay un intento tan explícito por mostrarnos una sociedad increíblemente violenta que uno termina por pensar "bueno, pero en realidad no es TAN violento" (es mi misma teoría con Scarlet Johanson, nos la ponen tan guapa y sensual que eventualmente ya no lo parece tanto). Y el caso es que es una película entretenida, es una película interesante, es una película cruda, pero ¿compararla con "Ciudad de Dios"? ¿con "No country for old men"? ¿ponerla como la mejor película sobre la mafia de los últimos tiempos? La verdad creo que se ha inflado de un modo un poco extraño, quizá porque por una parte el retrato suena sincero y porque es una violencia distinta a la de los países más conocidos. Una violencia centralizada en el poder de una manera abrumadora.

No lo sé, realmente es un punto que me cuesta entender. Yo la veo como una película sin fuerza precisa, que se fundamenta en muchos fragmentos que tratan de decir de manera general "aquí somos malos y jugamos en serio". Pero sin más, realmente no encuentro ese mensaje trascendente que parece que todos los demás críticos encontraron. Así que por mí está a un paso de haber pasado como película dominguera.




Debo decir que esas películas tan exitosas que uno ve y piensa "pues bueno, ¿dónde está el truco?" me producen sentimientos encontrados.

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