8.2.10



08/02/10
Li Gong en fotograma de nuevo y tan rápido. Sólo para confirmar que es una belleza, claro.
Temo ver películas de Wong Kar Wai muy seguido porque entonces recuerdo que ya me quedan muy pocas más de ver suyas y después tendré que esperarme hasta que saque algo nuevo. De hecho creo que ahora ya sólo me falta "Ashes of time".
Pero, bueno, tres mediometrajes sobre un mismo tema, y yo aplazando verla desde hace mucho tiempo.



"Un día tú serás mi sastre. Recuerda esta sensación, así me harás vestidos maravillosos"

Si a veces es difícil delimitar las posibilidades de un eje temático, un concepto tan amplio como el deseo no puede sino darnos una posibilidad infinita de variables. Y con tres grandes directores como son Antonioni, Soderbergh y Kar Wai, que ya han tratado el tema con anterioridad.

No sé si haya sido una buena decisión poner primero el mediometraje de Antonioni, "El peligroso hilo de las cosas", dado que es por mucho el menos afortunado de los tres. De hecho es casi malo (y el casi viene más bien a que siendo no tan largo es aún soportable). Trata vagamente sobre una pareja a punto de separarse y el constante y molesto diálogo entre ambos. Luego hay escenas medio arbitrarias en que el hombre la engaña con otra mujer, y otras en que la mujer aparece con un montón de caballos en la playa.
Supongo que en un intento de perpetua metáfora visual se pasó por algo una trama con mínimo seguimiento (más allá de las escenas aisladas que se entienden en su momento pero apenas pueden reconstruir una historia más allá del arquetipo de pareja a punto de separarse). También más que tratar de reconstruir el deseo lo explican (o intentan) de manera constante a través de diálogos que pueden llegar a caer en los clichés: que si el deseo ha terminado, que si hay cosas que les falta a las parejas, que si etc.
Al final creo que uno no saca demasiadas conclusiones sobre lo que la película quiso decir o cuáles eran las intensiones del director.

Por suerte, cuando uno comienza a preguntarse si esto podrá llegar a buen término, aparece Soderbergh con su fragmento, "Equilibrio". Una serie de imágenes vertiginosas nos muestran una bella escena de un cuarto en azul donde una mujer, a lo lejos, se arregla para salir. Desde contemplar su cuerpo desnudo frente al espejo hasta verla por completo arreglada. Todo ello en constante movimiento y con una sensación de que la miramos de lejos, sin la oportunidad de participar en las acciones. Luego, corte, y nos encontramos con Downey Jr en un consultorio de psicólogo.
Siempre he dicho que aunque no siempre haga buenas películas, Downey Jr casi siempre consigue buenos personajes. En este caso no podría ser la excepción, y lo vemos como un estresado hombre de negocios que no puede dormir bien porque está obsesionado con un sueño recurrente, donde mira a una mujer que ha pasado la noche con él mientras se arregla para irse. El psicólogo no parece demasiado interesado en hacerle caso más que en permitir que hable durante toda su hora (como todos sabemoso que actuan los psicólogos, claro), pero es suficiente motivación para que nos adentremos en uno de los grandes paradigmas del deseo: la mujer imposible. Mediante la reconstrucción del sueño, la repetición constante de imágenes nunca en equilibrio y un bello desenlace, se conforma una historia exacta en todos los aspectos. Y con una estética onírica preciosa.

Finalmente, esperamos ansiosamente a Wong Kar Wai con su participación, "La mano", que por suerte no nos defrauda ni un poco y nos deja con un excelente sabor de boca. La historia de una prostituta ya algo mayor, encarnada por la bellísima Li Gong (y que recuerda un poco al personaje de Ziyi Zhang en "2046", aunque unos años mayor) y la obsesión que representa para el joven aprendiz de sastre que le confecciona su ropa. Es, probablemente, la narración con más retórica sexual de las que he visto del director (donde se maneja sobre todo un sentido bastante sutil de erotismo), con escenas que se sobreentienden explícitas y con una adoración eminentemente corporal. Es fascinante y bella, aunque ciertamente sigue una línea bastante conocida dentro de los trabajos del director. Tiene, probablemente, una de las escenas más bellas de deseo frustrado que haya visto en el cine y que les voy a spoilear sin más, así que ya saben: el joven Zhang, incapaz de acceder al objeto de su deseo, que es obviamente la señorita Hua, y trabajando dolorosamente para ella durante tantos años, no le queda más remedio que tocar, con todo el amor, la lujuria y el deseo contenido, los vestidos que ha confeccionado para ella como única posibilidad de sentirla suya.


Ya se sabe que me encantan estas compilaciones temáticas, y esta sin duda no resulta solo mayoritariamente buena, sino también una visión interesante del modo en que trabajan estos tres distintos directores. Con la triste excepción de Antonioni, ya se ha dicho.

¿Alguien tiene otra película del tipo para recomendarme?

1 comentario:

  1. A mí me gustó "Más allá de las nubes" codirigida por Antonioni y Wenders, con John Malkovich y Sophie Marceau entre otros.
    Prueba a verla si no lo has hecho ya :o)

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