16.5.10



15/05/10
Después de la grata experiencia de "Hot fuzz" me parecía lógico continuar con "Shaun of the dead" (o "El desesperar de los muertos", como se llamó por acá). Y una vez más fue mi hermano quien me la puso, frustrado por mi ignorancia hacia la filmografía de Wright.



"Who died and made you fucking king of the zombies?"

Recuerdo que cuando salió "Zombieland" en muchos lados leí referencias de ambas películas del tipo "me sigue pareciendo mejor..." o "en realidad sí está mejor que..." como si hubiese una relación implícita entre ambas. Lo cierto es que, quizá por ello, me esperaba una película con una visión distinta, pero independientemente de que ambas sean sátiras hacia las películas de zombies cada una es bastante particular como para compararlas. Supongo que el hecho de que "Shaun of the dead" haya salido primero hace que algunos vean a "Zombieland" como inspirada en, y puede que haya sido, pero, vamos, continuemos viéndolas como producciones independientes.

Edgar Wright tiene un sentido del humor deliciosamente particular, y lo primero es que si uno espera chistes a diestra y siniestra desde inicios de la película no los encontrará exactamente. Sí, el toque ácido e inglés es inevitable, pero hay toda una trama por delante del apocalipsis zombie. Una trama que podría parecer algo superficial (como esas películas de monstruos que quieren vendernos una historia de amor en primer plano) pero que funciona a la maravilla para sus intenciones finales: ¿qué hacer cuando tratas de recuperar a tu novia, arreglar la relación, y escapar de una horda de zombies peleándose por tus sesos? Sin duda es un panorama desolador. Y es justo con lo que se encuentra Shaun, nuestro protagonista, cuando Liz le dice que su relación no va demasiado lejos y que lo mejor sería dejarlo. Shaun es un personaje radicalmente distinto a Nicholas Angel, también interpretado por Simmon Pegg, y sólo nos hace pensar en lo genial y divertido que es este hombre ya sea encarnando a un hombre que lleva la justicia a sus últimas consecuencias o a un novio mediocre que no ve más futuro que su trabajo en una tienda de aparatos electrónicos y un departamento compartido. Mientras Shaun está convencido de que puede regresar con Liz, una serie de eventos extraños desembocarán en un problema mayúsculo: montones de zombies, claro. Así que ahora, Shaun, revestido de héroe, tendrá que ir a rescatar a su novia y a unas cuantas personas más en el camino, para llevarlas al único sitio seguro que conoce: el bar de toda la vida.

Dependiendo de lo que uno espere de la película puede que el ritmo resulte algo extraño. Lo cierto es que la introducción es un poco más larga de lo que esperé y en algún momento comencé a preguntarme si la narración iba por buen rumbo. Pregunta absurda porque lo cierto es que todo está contemplado en su punto, pero también para no ser sencillamente una película de "hay un holocausto zombie, ahora sobrevivan". Aunque los personajes son tópicos y están destinados principalmente a generar situaciones cómicas, también está cuidados en el desarrollo de sus perfiles, y lo cierto es que cada uno está impecable en su papel. Destaco gratamente la fugaz aparición de Billy Nighy, un actor que me encanta en cualquier papel, como padrastro de Shaun.

En fin, que una película de lo más entretenida, no es que nadie lo dudara, pero que también mantiene un cierto límite de seriedad en algunas escenas. Que creo que es lo que consigue la combinación adecuada para ser aún más disfrutable: las escenas tienen un marcado humor negro, pero los zombies realmente van por sus sesos. El toque que se consigue es perfecto.


Vi apenas el trailer de la próxima película de Wright, "Scoot Pilgrim vs the World" y la verdad es que no podría resultar más atractiva. Sin duda que hay que mantener en la mira lo que haya hecho o vaya a hacer este director.

¿Con cuál de sus películas debería continuar?

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