8.6.10



08/06/10
Continuando con los documentales de subgéneros, seguimos ahora con los raros especímenes de la serie B pero con una ligera variante. Una ligera y australiana variante.



"Nobody shoots a car the way Aussies do. They manage to shoot cars with this fetishistic lens that just makes you want to jerk off"

A veces, cuando viene el momento de ubicar mentalmente las películas de serie B, que uno suele dividirlas, del modo más simple, entre las norteamericanas y todas las demás. Pero lo cierto es que aún dentro del mercado anglosajón hay sus diferencias, aunque a veces puedan desconocerse o pasarse por alto. Yo en realidad he visto muy pocas películas australianas en general, de modo que adentrarse del modo en que este documental lo hace a todo el universo de serie B fue una experiencia no sólo didáctica, sino fantástica.

Ya he reseñado otros documentales por el estilo y dado que la finalidad de un documental es mostrar información específica, casi siempre se destaca que pueda ser informativo y entretenido a la vez. Pero "Not quite Hollywood" lleva todo eso al extremo. Es, sin duda alguna, uno de los mejores documentales que he visto hasta el momento. Primero, el sentido del humor de casi todos los participantes es de lo más hilarante, y en segundo lugar es que nadie se toma demasiado en serio lo que hacen. Es como decir "sí, hacíamos serie B, nadie esperaba ser tomado en serio". Mientras uno recorre clásicos y no tan clásicos, los comentarios e incluso las dispustas entre los entrevistados lo van guiando de un modo único. Hay, sí, incluso momentos en que algún director y algún actor regresan sobre alguna película que hubiesen filmado juntos para sacar los trapos sucios del otro varios años después (y probablemente comentando desde distintos sets). Hay una falta de respeto a la crítica, al sentido común, y cualquier cosa que no fuese la intención de hacer algo distinto con el menor dinero posible. Y de lo cual salió cada cosa.

Como intervención especial, que uno podrá encontrar como un atractivo detalle o completamente lo contrario, se tiene también la entrevista de un fan de estas películas dando su visión personal. A nadie sorprenderá que este fan es Quentin Tarantino, quien ha profesado siempre su amor por las películas de serie B y las asiáticas de violencia. Acotando siempre desde el "cuando yo vi..." o ideas que ha tomado de algunos de estos films. A nadie sorprenderá que detalles como las escenas de la novia en coma en la primera de Kill Bill se hayan inspirado en "Patrick", una película australiana de un joven en coma que desarrolla poderes mentales. Y datos anecdóticos por el estilo.

En general es una película increíblemente disfrutable y divertida. Uno verá secuencias que no se imaginaría que pudiesen suceder, celebrando la fantástica capacidad que tienen los australianos de burlarse de sí mismos y de sus estereotipos. Sí, hay toda una gama de películas que involucran canguros, sí, hay toda una gama de películas de personas perdiéndose en medio de Australia, y muchísimo más. Todo lo que les faltaba lo conseguían: prototipo australiano viaja a París para secuencia de comedia, joven practicando de kung fu es importado de Hong Kong para filmar una película de artes marciales. Sin duda es algo que uno no debe perderse. E incluso, más allá de lo didáctico, no dudo que hasta darán ganas de verla más de una vez. Yo misma tengo ganas de darle una mirada de nuevo.




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