1.7.10



07/01/10
Yo no estaba del todo convencida de querer ver la tercera parte de "Toy story" pero todos insistían en que debía darle una oportunidad y ayer me agarró desprevenida. En realidad sí pensaba verla pero tampoco es que tuviera demasiadas ganas, debo confesar que la trama de los muñecos que cobran vida cuando los niños no los juegan no me había cautivado ni como concepto (a menos que formase parte de una película de terror) ni en las dos primeras entregas.
Pero todos decían que era una joya, y además yo a Pixar le tengo cariño.



"This is the perfect time to be hysterical"

A diferencia de la sabida premisa de que segundas partes nunca fueron buenas (que debe suponer también las terceras, y las séptimas (gracias, "Saw")), lo cierto es que "Toy story 3" se mantiene firme en contra de lo esperado.
O no, en realidad supongo que había un montón de niños y no tan niños ansiosos por ver cualquier cosa que involucrara a los conocidos juguetes que cobran vida.

Para esto debo recordar, una vez más, que mi perspectiva sigue siendo la de una persona a la que no le convence del todo el concepto. En realidad "toy story" debe ser de las películas de Pixar que menos he disfrutado, como tal mi enfrentamiento con la tercera parte tampoco es el más óptimo.
Sin embargo, debo decir que me parece, de lejos, la mejor de las tres películas de esta saga. Pixar consiguió utilizar lo mejor de las películas anteriores y explotar también lo mejor de la tecnología actual y del uso de narrativas que han implementado en sus últimas películas. Aunque la trama sigue corriendo alrededor de una idea bastante específica (los juguetes que por alguna manera se separan de su dueño y hacen todo lo posible por regresar), sin duda aborda un entramado y una psicología de personajes mucho más compleja que en las anteriores.

Esta es la diferencia más clara entre el inicio de la película y su posterior desarrollo. De inicio todavía tiene un aire bastante maniqueo de los típicos juguetes que esperarían eternamente por el dueño que ya no es más un niño sino un joven que se va a la universidad. Ante la posibilidad de que los halla regalado deliberadamente para que se los lleven a una guardería, todos se resignan a abandonarlo menos Woody. Claro está.
Durante esos primeros minutos todavía tenía la sensación de que no disfrutaría demasiado de la película, pero una vez que todos llegan al universo de Sunnyside (la guardería) todo cambia. Primero está la implementación de un gran número de personajes, que aunque en su mayoría son juguetes también involucra algunos otros niños (entre los que destaco a Bonnie, que es de lo mejor de la película). Esto hace que por primera vez los juguetes de Andy se enfrenten a algo más que un largo camino hacia casa y obstáculos casi mecánicos: es un mundo distinto que bien podría presentar las ventajas de un nuevo hogar. Pero estos juguetes tampoco son lo que aparentan.

De entra la apertura de ese mundo íntimo a una generalidad más amplia permite que veamos esa perspectiva de los juguetes de un modo mucho más interesante. Ya no es el típico 'lo único que quiero es ser feliz con mi dueño' sino es el largo camino que uno atraviesa dependiendo de las condiciones, las edades de otros niños, el paso del tiempo y un largo etcétera. Por no mencionar que los demás personajes tendrán personalidades que irán más allá de motivaciones sencillas y únicamente convenientes a la trama.

Una cosa que comentaba con mi hermano después de la película es que me parece curioso que, de alguna manera, las tres películas de esta saga se fundamentan en narrativas de terror para niños. O para juguetes, como se vea. La primera sin duda es del tipo película de secuestro y tortura (pienso en "Mártires"), la segunda fuera una suerte de "El coleccionista" con "Retratos de una obsesión". Y esta, lo cierto, es que es claramente "Hostal": un grupo de personajes llegan un lugar al que no esperaban llegar, al principio luce como un sitio de lo más idílico, y luego el horror. Claro que Woody y compañía salen mejor parados que los adolescentes norteamericanos de "Hostal", pero ustedes entienden mi punto. Y lo cierto es que, ajam, independientemente de que ese temor sea perceptible o no, la trama se ha desarrollado mucho más como para dar una mejor apreciación de ese universo.

Algunos pequeños problemas que podría ver es que, al menos yo sentí, que por momentos los personajes secundarios brillaban mucho más que algunos protagónicos. Será porque ya conocemos al grupo en cuestión y no vieron la necesidad de implementarles nada, pero a veces parecía que caían en una sola idea y no salían más de ella. Mientras que los demás personajes que apenas tenían que ser presentados parecían mucho más profundos y dimensionados en sus características y personalidades. Hay juguetes maravillosos que se lucen de lo mejor aunque algunos sean incluso bastante fugaces: el Ken es una maravilla (aunque estuve leyendo artículos de que algunos grupos se han manifestado en Estados Unidos porque consideran que las constantes burlas al Ken como juguete de niños promueven una actitud machista y homofóbica, lo que hay que ver), incluso Lotso tiene su encantito. Personalmente me encantó el Puercoespín de Bonnie al igual que casi la totalidad de sus juguetes (se ve que sus padres tenían muy buen gusto para lo que le compraban), y hasta la Barbie se lució bastante más que algunos del grupo principal. Pasando por algunos otros bastante siniestros (aunque apreciables en ese aspecto) como el Bebote y el mono vigilante.

Lo cierto es que la disfruté bastante, me pareció mucho más entretenida que las anteriores y con una mejor idea del sentimiento plástico que debe apretujar el corazoncito de los muñecos cuando no los queremos más. Con todo no estoy muy segura de qué partes fueron las que conmovieron al público (varias personas me han dicho ya que lloraron, pero ¿cuándo?) y seguiría sin considerarla a la altura de mis favoritas de Pixar como son "Wall-e" y "Ratatouille".
Bueno, sobre las partes conmovedoras, mi hermana trata de explicarme que ella creció a la altura de Andy (tienen básicamente la misma edad) y un enorme aprecio por los muñecos. Supongo que es lo que me falta.


¿Grandes detalles? Ese cameo de un adorable personaje japonés que me hubiera encantado que fuese más que un simple cameo, pero supongo que era muy difícil encarar tamaña responsabilidad de retratarlo. Y la "transformación" de Buzz, que fue de las mejores partes. Y que me encantaría que alguien de España me contase cómo lo representaron en el doblaje nacional.




¿Película favorita de las tres de "toy story"?








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