20.10.10



20/10/10
Hablando de malos fotogramas. Pero, bueno, dado que no se encuentran más imágenes por internet tendremos que conformarnos con ésta. Además que nunca está de más mirar de frente a Daniel Hendler, aunque no aparente ser él mismo demasiado.
Ésta fue una de las películas que escogí por conveniencia de horario y a ver qué descubríamos. Y por apoyar también las producciones latinoamericanas, claro.



"Sí, sí, la tos bien, es nerviosa, ya te dije"

Yo insistí en su momento que faltó aprovechar mejor todo el asunto hiperbólico de la crisis respecto a la influenza. Pero la única película que dio la cara entonces, de manera más o menos oportuna, fue "Carriers". Y luego todo acallo, si es que estuvimos lo más cerca de un apocalipsis zombie de lo que estaremos en un buen rato (quiero creer).
Y de esto se dio cuenta Nicolás Goldbart cuando puso en marcha esta película de la que muy poco de ha escuchado hablar y de manera injusta. En "Fase 7" nos encontramos con un panorama bastante conocido para aquellos cuyos países se paralizaron momentáneamente al inicio de la pandemia: una pareja joven, donde la mujer está embarazada, un día regresando del supermercado se encuentran con todo mundo está hablando de la dichosa gripe y de que no salgan de la casa. Antes de que puedan tomárselo en serio su edificio queda en cuarentena cuando descubren que uno de los vecinos padecía la enfermedad y de pronto varias familias están encerradas.
Encerradas, en una crisis infecciosa, con toda la paranoia propia del ser humano (y que los medios de comunicación no ayudaron demasiado a calmar).

Es una comedia que va del 'no te tomes esto demasiado en serio' a los límites de la paranoia zombie (maravillosamente representada sin zombies). Exagerando en los puntos necesarios pero también conservando el tono realista en otros, nos da una visión increíblemente hiperbólica de lo que bien hubiera podido pasar mientras nos infundían el miedo al aire. Además maravillosamente protagonizada por Daniel Hendler, Yayo Guridi y Federico Luppi. Es de lo más graciosa y disfrutable sin perder el tono amenazante de 'vamos, que de ésta nos libramos por poco', y sin perder las buenas oportunidades para derramar sangre, claro está, eso es parte del apocalipsis zombie sin zombies.
Como siempre destacable el humor argentino de poder representar una sociedad entrometida en una trama prototípicamente hollywoodense pero sin resultar nada americanizada: los retratos de los encargados de sanidad, de los medios de comunicación y todo lo que gira alrededor de la problemática es tan delirante como tristemente cierta. Qué efectividad ni qué nada.

Para mí fue una de las sorpresas realmente gratas del festival, sobre todo porque no esperaba nada de ella (y además que se escuchaba muy poco interés del público por verla). Y además resulta fantástico ver al cine argentino tratando este tipo de temáticas con un toque muy propio. Esperemos que pronto comience a tener la notoriedad que se merece.



¿Película favorita sobre infecciones (que no involucre un elemento zombie ni un elemento supernatural, pues)?

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