25.10.10



25/10/10
Continuando con Sitges, y aún más, con Sitges en tercera dimensión. Uy. Yo vi 'Takashi Shimizu' (pensando en los buenos momentos de las producciones japones de "Ju-on", supongo) y '3D' y no pensé más. Quizá sí que debí detenerme a pensar un poco.



"Dicen que no olvidamos nunca las cosas, que se quedan escondidas en algún rincón de la memoria en espera del momento oportuno para resurgir"

Por ejemplo, checar la sinopsis igual hubiera estado bien aunque quizá no le habría encontrado mayor objeción. El problema era el título de "Shock labyrinth", me ganó fácilmente.

Veamos, la trama: un grupo de niños se separó cuando tras un evento desafortunado una amiga suya desapareció. Ahora, muchos años después, ya adolescentes, vuelven a reunirse y del mismo modo misterioso que la primera vez, la chica desaparecida reaparece y ahora todos tendrán que revivir la experiencia olvidada tantos años antes.
Tópico, en general, pero en ese punto en que puedes hacer una película al menos interesante y arruinarlo miserablemente. Es lo bello del terror, no tiene muchos puntos intermedios.
Ah, y todo eso sucede dentro de una casa del terror, uno creería que eso debería darle puntos extra pero no especialmente.

El primer problema son los adolescentes. Uno tiene que cuidar mucho a sus actores adolescentes porque una buena o mala actuación es capaz de cambiar todo el tono general de la película. Y si en general ninguno de los chicos del casting se destacan por sus capacidades histriónicas (probablemente la única que tiene razón de estar ahí es la chica re-aparecida porque la actriz es bastante bonita y, bue, esa era la idea principal de su personaje así que en ese aspecto está logrado), el más supuestamente protagonista (un chico que después del incidente se muda de ciudad y cuando regresa es que surge la reunión siniestra) es inconmensurablemente malo. Malísimo, duele verlo en pantalla haciendo unos gestos terribles de 'tengo miedo' o 'me doy cuenta de todo lo que está pasando aquí'. Pero a niveles insospechados. De modo que a partir de ahí uno comienza a recelar.
Luego, la casa del terror, un elemento tópico, sí, pero perfectamente aprovechable. Y sin embargo pasa completamente sin pena ni gloria. Sí, hay un par de momentos en que se utilizan los elementos propios pero en general da lo mismo que estuviesen en una casa de terror, en un hospital abandonado, o en la casa de uno de ellos. Nada aporta más que un par de fotogramas.

Ahora, el 3D, ¿qué hacemos con el 3D en una película de terror? Durante los primeros minutos uno podría pensar que la idea esencial de ello es sentir que estamos prácticamente dentro de la película. La primera secuencia es un recorrido por un bosque en que parece que la cámara es la vista de alguien y con el 3D (uno bastante bueno incluso, debo decir) sentimos casi que estamos dentro de ese bosque y que lo caminamos nosotros. Y en general se mantiene la sensación de que todas las cosas están sucediendo a dos centímetros de nuestro rostro. Y eso en el terror podría resultar bastante útil. El problema es que parece que eso no fue suficiente para Shimizu y entonces comenzaron los elementos de "ouo mira cómo salgo de la pantalla" hasta niveles absurdos, de manera completamente fortuita para que no nos olvidemos en ningún momento que tenemos los lentes puestos y que esto es un "shock labyrinth 3D". Especialmente el maldito conejo (que pueden ver en el fotograma) (ajam, no demasiado bien, pero es la cosa que está recogiendo la chica) aparece en un primerísimo plano (tan primer plano que, oh, sale de la pantalla) un número ridículo de veces. Y ahora que leo que la próxima película de Shimizu será otro 3D y se llamará justamente "Rabbit horror 3D", puedo imaginarme claramente la que se nos viene.

Irrescatable, la verdad, entre que la trama queda, cuando mucho, al nivel más promedio del terror asiático (si no por debajo), con unos terribles actores y un montón de elementos desaprovechados, no hay nada en la película que valga la pena destacar. De hecho yo me hubiera salido del cine sin ver el final (sin ver cuarenta minutos de final, incluso) sin lamentarme en absoluto porque desde la mitad ya era sabíamos que era irrescatable.
Una pena. No entiendo cuál es la necesidad de producir terror de manera industrial si no hay una buena idea detrás. Especialmente que el señor Shimizu en el peor de los casos ya nos ha dado muestras de que sabe hacer las cosas bien. Así que en ese aspecto es también inexplicable.




¿Película favorita de casas del terror?






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