16.12.10


16/12/10
Más películas de terror con niños diabólico, no podría pedir más para uno de esos días en que sólo quieres ver horror asiático malo. La escogimos con cierto recelo porque tenía pésimos puntajes y reseñas. Pero yo quería ver terror con niños, y la portada hasta lucía bien (oh, porque eso sirve de algo, claro).



"It's Karma. You can't repent someone else's sins"
Yo sigo pensado que gran parte de los terribles puntajes que suelen tener las películas de terror es porque la gente las ve sin tener en cuenta que el terror no tiene pretensiones artísticas. Nadie quiere ganarse la palma de oro haciendo una película de bebés siniestros tailandesa (aunque Weerasethakul se la haya llevado con una de fantasmas, oh). Uno quiere verla palomiteramente y, con suerte, asustarse un poco.

La película toma su nombre, "Cólico", de una enfermedad infantil llamada 'el llanto de los 100 días'. En que los bebés, literalmente, te amargan la vida y te mantienen al borde de una histeria maternal, no dejando de llorar algo así como los primeros tres meses de vida.
Oh, bueno, a todo esto, la situación se centra en una pareja joven que se casa después de que ella resulta embarazada y se mudan a la casa de la madre de él. El día en que ella da a luz coincide con que la extraña vecina fallece en un incendio. Luego todo esto continua con la enfermedad del niño, que dura incluso mucho más que los tres meses y la situación comienza a ser insostenible.

Lo curioso es que gran parte de lo siniestro de la película no reside sólo en que alrededor del niño comienza a sentirse un aura incómoda, sino también en la perspectiva de unos padres enfrentando una situación del estilo. Uno realmente puede entender esa sensación de incomodidad y malestar que transmite el llanto de un niño, ahora imaginándolo incesantemente durante horas, días, meses. La respuesta llegará a través de un monje: el karma de las vidas pasadas de su hijo les está jugando en contra.

La película sí que tiene sus momentos de susto, y también tiene su modalidad niños siniestros, pero en realidad esto es lo mínimo. Probablemente lo más interesante es el manejo que hacen del karma y las reencarnaciones y el modo en que pueden afectar la vida de distintas personas. A mí es que personalmente el tema me llama mucho la atención y creo que el manejo que hacen de él es tan interesante como efectivo, al menos para lograr una trama bastante atípica. Lo que sí es que lo que aporta en cuestión de ambientación y trama, lo resta un poco en momentos realmente siniestros. Especialmente hacia el final en que la cosa se resuelve de manera casi abrupta. Cosa que a mí personalmente me pareció atinado pero puede entender que alguien que quisiera ver una película de terror por el factor miedo pudiera sentirse decepcionado ante el tratamiento tan sutil que se le da a las oportunidad paranormales de la trama.

Con todo, no sé si se podría decir que es una película que entre en la categoría de niños diabólicos, casi que no. Pero con todo me pareció una buena elección para aquella noche. Además que la escena con la licuadora, uy. Ese poster sí que lo pegaría en mi habitación.




Bueno, curiosa película para medio cerrar este año. Y eso porque mañana me voy de vacaciones y no creo pasarme demasiado seguido por aquí (que, nunca lo sabemos, igual y me siguen teniendo diariamente: no se salvarán de mi rumba). Que, igual supongo que apareceré de vez en cuando, pero mientras tanto este es el primer indicio de: se la pasan bien y toda la demás parafernalia.

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