16.1.11


16/01/11
Hablando de películas que no tengo idea de cómo llegué a ellas. Para cuando me decidí a verla ya lo único que tenía claro era su título, que tampoco es que fuera demasiado esclarecedor. Y como nunca está de más ver cosas sin saber nada de ellas, me dispuse a verla en espera de una sorpresa, o algo así.



"Mira, ya está doña Drácula en su castillo"
En un pequeño pueblo cercano a Madrid las cosas más raras que podían suceder era encontrarse chicas que quisieran ir de modernas con sus mini faldas y escandalosos modos de bailar, o que doña Ignacia no fuera tan tenebrosa como usualmente es. Doña Ignacia vive en una enorme casa junto con sus dos hermanos, Paquita y Venancio, los tres ya mayores, solteros y con una fortuna a cuestas con la que no hacen nada.
La monotonía del pueblo se rompe apenas cuando un grupo de músicos de Madrid llegan a tocar, una vez por semana, en bailes del pueblo. Uno de los músicos, Fernando, sale con una de las chicas del pueblo y aunque le ha hecho promesas a futuro cada vez se inventa algo para no tener que cumplirlas. Y todo eso podría ser lo más trascendente en los chismes del lugar hasta que una noche misteriosamente desaparecen todos los hermanos Vidal huyendo de noche. De a poco tendrá que irse armando una compleja historia en la que todos al parecer tienen un poco que ver.

Lo más curioso de la película es que, de alguna manera, trazan una trama a modo de thriller sin que el tono general lo refleje de algún modo. Sí, estamos hablando de una desaparición, y de algunas otras cosas no muy aclaradas, pero al mismo tiempo todo parece transcurrir con un tono cándido, entre cómico y relajado, como si estuvieran contando cualquier otra anécdota menos misteriosa de un pueblo. La ambientación que esto logra, junto con la estética propia de los sesenta (tanto en el aspecto técnico de la película como en la reproducción del estilo del momento) es verdaderamente particular y consigue que la película sea disfrutable mucho más allá del simple quién hizo quién y por qué.
Por otro lado los tópicos de ciudad pequeña, con sus habladurías y personajes propios, se representan de un modo que si bien no esconde mayor complejidad, tampoco resulta excesivamente tópico.
En conjunto es una película inesperadamente agradable y con un buen ritmo que lo mantiene a uno interesado todo el tiempo. Lo que no sé es que tanto haya influido verla sin saber nada, porque leyendo la sinopsis de imdb sólo le falta decir 'y al final todo es un sueño' o algo así para terminar de arruinarnos la trama. Que si bien no es el misterio lo más importante de la película, nunca está de más ir siguiéndolo tal cual va apareciendo.

En momentos así es que me digo que debería ver más películas en blanco y negro, y antiguas en general, pero al final siempre se me cruza alguna posmodernidad japonesa grotesca a la que no me puedo resistir. Oh.




¿Alguna otra película de Fernando Fernán Gómez para recomendar?

1 comentario:

  1. De Fernando Fernán Gómez, hay mucho para recomendar, pero te destacaré dos que en este momento me vienen a la cabeza:

    El viaje a Ninguna Parte que habla de unos cómicos de teatro en gira, en los tiempos en que está naciendo el cine (interpretada por el grande José Sacristán)

    Y cómo intérprete, hay miles pero así como curiosa y hasta surrealista, El anacóreta, un hombre decide encerrarse en el lavabo de su casa y a partir de ahí le suceden las cosas más extrañas.

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