11.1.11


11/01/11
En uno de los sitios más inhóspitos del mundo, mientras trataba de revivir alguno de los pasajes más olvidados de mi infancia, me encontré con "Geisha asesina". Casi parecía una señal y no me pude resistir. Pocos días después, con dos de mis acompañantes, Andrés y mi hermana, nos decidimos a verla.



"You see me as a woman? Don't cry over losing to me"
No estoy muy segura de entender por qué si tienes una película llamada "Geisha vs ninja" la traduzcas entonces como "Geisha asesina". No quiero decir que el título vaya a peor necesariamente, pero estoy segura de que la intromisión original de ninjas le da un poco más de punch que el simple adjetivo de asesina. Además supones que si una geisha va a pelearse contra unos ninjas es porque tiene algún plan más allá de tocar sus típicos instrumentos y esas cosas.

Ahora bien, cuando la película cumple con todas esas premisas (lo de geisha, lo de asesina, lo de ninjas, e incluso muchas cosas más), resulta curioso que ni así llegue a funcionar. Es de esos casos en que uno no entiende cómo las cosas podrían haber ido tan mal cuando está claro que, para el público al que estás dirigido, debería ser relativamente sencillo al menos resultar divertidamente delirante. Pero no.

Bueno, la geisha asesina no siempre fue ninguna de las dos cosas. De hecho era la hija de un gran guerrero que no planeaba cumplirle el sueño de ser una bella y femenina geisha así que la entrenó para usar la espada. Pero el guerrero murió y la chica vio su oportunidad para ser geisha, aunque no olvidó la venganza que le debía a su padre. Y básicamente lo único que vemos es esa 'venganza' en que se pelea contra todo aquel que haya tenido que ver con la muerte de su padre. Y son muchos enemigos, no sólo ninjas.

La película podría remitirnos fácilmente a "Lady Snowblood", si lo vemos como un tributo en que todo sale mal. El poco presupuesto no puede esconderse de ningún modo (vamos, que hasta el traje de geisha se ve corriente) y en general lo que concluimos como trama son deducciones que salen al caso en comentarios y flashbacks aislados. Porque lo único que vemos es a una mala actriz peleando con pésimas coreografías contra enemigos ridículos mientras se repite a sí misma una venganza que nadie entiende. Vamos, que hay momentos en que la actuación hace ver a la protagónica casi tan confundida como nosotros que no sabemos ni lo que está pasando. Y, lo peor, tampoco nos importa.

Esto es especialmente notorio si tomamos en cuenta que la película ni siquiera llega a los 80 minutos y aún así la sentimos larguísima. La sucesión de escenas sin sentido que en realidad son bastante parecidas todas y la cantidad de tópicos sugeridos que tampoco llevan a ningún lado, nos hacen sentir como si estuviéramos viéndolo todo por horas cuando en realidad es mucho menos tiempo. Y que una geisha y un ninja peleando nos hagan pensar en el tiempo significa que algo va mal, que algo va muy mal.

Lo peor es que seguro que muchos pensaran que la cosa no puede sonar tan mal. Y no los culpo, yo mismo no lo creería y me daría la oportunidad de mirarla. Para después entender por qué tiene tan pocas estrellitas en todos lados (y no suficientemente pocas, me parece). Irrescatable, aburrida y, sencillamente, mal hecha.

Comienzo a notar que siempre que le pongo a mi hermana una película en que una mujer lleve una espada, todo sale terriblemente mal.
Y eso que las geishas deberían prestarse para muchas cosas. Y eso sólo cinematográficamente hablando.




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