6.8.12

















06/08/12
Me parece que por esa época me dio por ponerme a ver documentales de manera un poco más regular, y decidí empezar con uno que llevaba pendiente desde hace tiempo, "La vida loca".



"Por la sangre que todos nosotros llevamos, perros. Y hasta el final vamos"

Muchos, al igual que yo, habrán conocido el documental tras la noticia de la muerte de su director, Christian Poveda, en el propio país donde había filmado su documental, El Salvador. Tras pasar más de un año grabando a una de las principales maras del país, Barrio 18, y al poco tiempo de su exhibición, fue encontrado muerto a balazos cerca de la zona donde había estado centrado el documental.

En El Salvador se disputan principalmente dos maras, la 18 y la Mara Salvatrucha, Poveda se centra en la vida de un grupo de integrantes aleatorios de la 18 (desde individuos directamente relacionados con las actividades de la banda hasta otros que por sus condiciones se encuentran involucrados indirectamente con el barrio) y sus problemas particulares: la pobreza, la marginación, la corrupción y el acoso constante por la policía, la muerte, e incluso otros problemas personales y correspondientes a cada paso. 
El documental no tiene un orden específico y va siguiendo de manera fragmentaria y por momentos las circunstancias de distintos individuos, ya sea como un seguimiento cotidiano o a través de problemas específicos: una mujer que perdió un ojo años atrás y está en proceso de pasar por una nueva operación para al menos arreglar las cicatrices, un joven acusado de un crimen y el modo en que se prolonga su audiencia, el intento de abrir negocios lícitos que permitan integrar a la sociedad y trabajar de manera legal, una pareja que cría a su hija en este entorno. Enfocándose en la cuestión de 'vida', todos estos seguimientos son cotidianos, no siempre consecuentes, y se entremezclan unos con otros sin un orden específico, como si las escenas llegaran hasta nosotros como van surgiendo, como el director las iba descubriendo. La edición también es bastante rústica y no se preocupa por querer mostrar un seguimiento perfectamente delineado o causal, irrumpiéndose en muchos momentos por secuencias aisladas que no se relacionan con las demás, o por la abrupta muerte de algunos personajes. Estas secuencias, quizá por su condición inconexa, se diferencian de las cotidianas por crear el efecto contrario: si antes podíamos sumergirnos en la vida de estos personajes y sentirlos cercanos, de pronto la distancia cultural que nos separa de ellos vuelve a ser tangible y nos damos cuenta de cuán alejados nos encontramos de ellos, de cuán poco entendemos lo que está sucediendo.

Christian Poveda era fotógrafo de guerra, lo cual se nota bastante en su estilo cinematográfico y me parece que genera el que para mí fue el primer gran problema del documental. Su fuerza son las imágenes y parece mucho más preocupado por ellas que por configurar ningún tipo de estructura documental. Él está documentando su experiencia con estos personajes pero no hay un trabajo consciente de configurarlo para el espectador, de modo que todo lo que podemos entender de la situación nos viene únicamente dado por las imágenes. No es que yo crea que todos los documentales conlleven necesariamente amplias dosis de información, pero en un caso tan concreto como éste creo que no habría venido mal un poco de contextualización. Alguien que no esté familiarizado con la situación en El Salvador no encontrará aquí ninguna explicación de qué sucede en el país (más allá de los actos concretos), cómo se llegó a eso, qué es la Mara 18 (qué es la Mara Salvatrucha, aunque no tenga participación). Poveda se esforzó en convencernos de que estos pandilleros son también humanos y son también víctimas, pero de manera fotográfica, sin llegar a darles verdaderamente una voz más allá de la fugaz interacción que sostenemos con ellos en pantalla. 
El segundo gran problema no es directamente culpa suya y fueron las restricciones que la impuso la propia agrupación para permitirle grabar en la zona y adentrarse tanto: no grabar ninguna situación ilícita, no aludir a ninguna de las actividades ilegales del grupo, sólo enfocarse en personajes que estuvieran tratando de salir adelante de manera positiva. Es una condición predecible y ciertamente me parece un enfoque apropiado para el documental en general, pero el hecho de no poder aludir en absoluto a ninguna cuestión criminal hace que en muchos momentos ciertas secuencias queden por completo sin inexplicación, sobre todo cuando se trata de entierros, los procesos judiciales, la acción de la policía. Es como si más allá de los casos en específico que nos están contando, no pudiéramos ver más y se nos pudiera contar más, resultando en individuos aislados localizados en un conflicto en el que no nos internamos demasiado. 

Me parece que "La vida loca" fue sin duda un trabajo valiente pero poco afortunado. Si bien es un documento valioso en sí mismo por lo que representa, no consigue desarrollarse más y no termina por alcanzar su potencial ni como investigación del fenómeno en particular, ni tampoco es un documental técnicamente logrado. De hecho se menciona de que si el director no hubiese fallecido en las desafortunadas circunstancias en que lo hizo, probablemente hubiese tenido la poca repercusión que había demostrado en sus primeras exhibiciones. 

Todas las teorías alrededor de su muerte no dejan de sonarme un poco sospechosas, pero supongo que hay muchos factores para tomar en cuenta. Se condenaron finalmente a varios integrantes de la Mara 18 y a un ex policía como implicados en el asesinato. Se dice que las razones fueron que se corría el rumor de que Poveda era un informante de la policía sobre las actividades de la banda, y también que incumplió su trato de hacerles llegar primero a ellos la edición de la película para distribuirla de manera pirata por el país. Si bien es bastante plausible, me parece que el hecho de que el documental (y la visión de Poveda en general) presentara una perspectiva tan humana de los pandilleros y tan crítica de las instituciones de justicia, puede hacernos dudar un poco de las conclusiones legales del hecho. 

Si bien el documental no me gustó particularmente, sí que les recomiendo vean la obra fotográfica del director que no tiene desperdicio. Pueden ver galerías aquí, aquí, aquí y aquí.




¿Documental favorito sobre mafias?

3 comentarios:

  1. hay por ahi unos "especiales" del Discovery que rifan tmb

    buena semana S

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Por favor comparte con el foro tus documentales y trabajos de investigacion, asi podremos compararlos con el que hoy sin criterio criticas

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